viernes, 6 de febrero de 2009

B097- Intervención de las Universidades.

Boletín de fecha 29 de mayo de 2007

Temas desarrollados
El control de las Universidades Nacionales por el partido del gobierno.
Algunas consideraciones para pensar.
Reflexiones finales.


El control de las Universidades nacionales por el partido del gobierno .

El presidente radical Raúl Alfonsín, promulgó el Decreto 154/83, de fecha 13 de diciembre de 1983, que establecía la intervención de las casas de estudios superiores .

En aquellos años funcionaban en la Argentina 24 Universidades Nacionales cuyas nuevas autoridades eran partidarias, ideológicamente de : autonomía universitaria, enseñanza laica, gobierno tripartito (docentes, estudiantes, no docentes) gratuidad de la enseñanza, e ingreso sin examen de admisión. Sin embargo, en este caso en vez de aplicar su propio principio de autonomía universitaria, se recurrió a la Ley 22.207 sancionada por el gobierno militar de facto y a los Estatutos universitarios del 29/7/1966 (todas normas que restringían dicha autonomía).

De esta forma la “Intervención” pudo, bajo la apariencia de la normalización de las casas de altos estudios, abrir el camino para que la Juventud Radical y su expresión política universitaria, “Franja Morada” copara las universidades nacionales y en especial, la Universidad de Buenos Aires.

En cuanto a la enseñanza laica, la educación superior al no tener parámetros religiosos, imponía implementar una suerte de ética para atender a las necesidades de formación como ser humano de los futuros profesionales

Para ello se desarrolló la llamada “Etica de la Solidaridad” haciendo pie en los llamados “Derechos Humanos”, que se constituyeron en la única guía ética que reciben nuestros universitarios desde el año 1983. No sabemos si esto fue (es) bueno o malo, pero sí conocemos que como toda ética nacida del hombre común y no externa a éste, es manejable y operable según lo determine el poder de turno, por lo que en definitiva, éste es el que determina qué es bueno y qué es malo y en qué grado, cada cosa.

Lo cierto y objetivo es que los “derechos humanos” impregnaron la vida académica de las universidades nacionales. Esta visión del “derecho”, muchas veces sesgada , a los que por añadidura se les otorgaba una jerarquía impropia, superior a nuestra Constitución Nacional, fue una decisión tomada para orientar las ciencias sociales hacia la ideología del partido gobernante.

Ello trajo como consecuencia inmediata la distorsión del sistema del Derecho Argentino ya que su difusión se internalizó en alumnos y docentes de esa Facultad (Derecho y Ciencias Sociales) y lo que es más grave fue que esta enseñanza era impartida, en algunos casos , por “jueces de la Constitución”, que como es sabido conforman parte del cuerpo docente universitario.

Posteriormente, la Ley 23068 sancionada por el Congreso Nacional y publicada el 29 de junio de 1984 retornó al gobierno tripartito de la Universidad. Esta situación reabrió las luchas por el poder y las canonjías universitarias con la consabida pérdida progresiva del nivel académico para alcanzar la excelencia universitaria. En síntesis en las Universidades Nacionales se volvió a la vieja ideología reformista del año 1918, sin tener en cuenta que la problemática era notablemente diferente , en 1918 había un millar de estudiantes. Hoy hay 300.000 y 30.000 docentes. ( Rafael San Martín, doctor en filosofía de la UBA y magíster de la Universidad de la Sorbona. La Nación 23 de julio de 2006 ).

Según nuestro pensador y escritor Marcos Aguinis…“La Universidad de Buenos Aires es un tema mayor, también admirable. En los países exitosos las universidades sirven para entrenar a técnicos, científicos e investigadores que contribuyan de forma decisiva al progreso. Aquí, en cambio, nos mantenemos aferrados a las glorias del comienzo del siglo pasado, cuando nació la Reforma Universitaria. (lo resaltado es nuestro)

El esfuerzo no se hace para ir hacia adelante, sino hacia atrás, hacia el paraíso perdido. Una antigua sentencia indica que “los libros deben seguir a la ciencia y no la ciencia a los libros”. En la Argentina somos tan lúcidos que procedemos al revés. Es decir, no es la ideología la que sigue a la ciencia, sino la ciencia la que se adapta a la ideología. Por lo tanto, no se pierde el tiempo en discutir la excelencia y la innovación educativa o sus métodos y estructuras más eficientes, sino en imponer un color partidario”. ( “Volver” artículo del diario La Nación . Julio de 2006)

La UBA pasó a ser nuevamente ( y continúa siendo) una institución ideológicamente condicionada, con gran dominio de la izquierda en los centros estudiantiles, como ocurrió en décadas pretéritas, a contramarcha de lo que sucede en todas partes, incluso China, Rusia y Vietnam.

Algunas consideraciones para pensar.

Curiosamente según la Universidad de Beijing (China Comunista) durante el gobierno de Alfonsín nuestra UBA estaba registrada , en el orden número 205 debido a su bajo nivel académico, entre otras Universidades del Mundo.

Al respecto Daniel Filmus, Ministro de Educación de la Argentina dijo recientemente:
“Cuando se empezó a acreditar en la UBA el nivel académico…” (Una auditoria externa) ésta apeló a los Tribunales alegando que no existía nivel para poder acreditar su nivel académico, dado el nivel superior de ésta…” y a su vez agregó”… que no se la podía auditar porque la Universidad gozaba de “Autonomía”…”
¿Acaso la autonomía universitaria debe considerarse como un concepto de extraterritorialidad ? ¿Es la Universidad Argentina una isla en la que las leyes y disposiciones que rigen para todos los ciudadanos de la Nación carecen de valor en su interior?

Dice nuevamente Rafael San Martín, “La universidad ha perdido el monopolio del conocimiento que hoy se produce en muchos otros lugares. Tiene que responder a presiones del mercado, la sociedad, el estado, lo que plantea una crisis en relación a su autonomía y hay condiciones del mercado que devalúan los títulos universitarios”

En Gran Bretaña un 60 % de los profesores tienen un grado académico de Doctores, en la Argentina un 12% y en la Universidad de México, de similar ideología que la nuestra, un 3%.

Por razones de orden político se suprimió el examen de ingreso , exigencia existente en la mayoría de las universidades del mundo, reemplazándolo por un curso de acceso irrestricto de un año de duración (CBC) Debe destacarse que este pregonado y demagógico “ingreso irrestricto” ademá de prolongar por un año a las carreras ( generó y) genera una tasa de eliminación del 60% de los postulantes, aumentando el gasto improductivo de las facultades, las que por otro lado, claman por laboratorios, bibliotecas, computadoras y otros elementos básicos e imprescindibles para este nivel académico

El ex ministro de Educación del gobierno Radical del ex presidente De la Rúa, licenciado Juan José Llach reconoció: “que la mayoría del gasto universitario es para pagar sueldos de personal administrativo y no docente…”

Los estudiantes chinos, en el estado comunista por antonomasia y durante la década del 80, pagaban sus estudios en la Universidad de Shangai con un arancel de U$S 25 al año y actualmente abonan U$S 500 al año.

El 40% de los profesores de UBA trabajan “ad honorem” bajo el item “profesores auxiliares”. En la universidad de la década referida, un profesor ganaba U$S 120 promedio. En la Universidad de Stanford o en la Universidad de Harvard, dos de las más prestigiadas del mundo, un profesor ganaba un promedio de U$S 5.000. Esto no ha cambiado.

En 1984 el presupuesto de Educación en Argentina fue bajado del 6,2 al 4% del PBI . En los hechos recibía por todo concepto U$S 250 millones de dólares. Finlandia, Israel, Canadá, entre otras, tienen destinados un 7% de su PBI y a su vez arancelan sus casas de estudios superiores.

En el año 2006, según una evaluación producida por 3.730 profesores universitarios de todo el mundo y publicada por el diario The Times, la mejor ubicada de Latinoamérica fue la Universidad Autónoma de México- UAM- en el puesto nro 74. La mejor universidad argentina en el ranking fue la Universidad Austral que figura en el puesto Nro 500. La Universidad de Buenos Aires – UBA - no figuró en el ranking.

Reflexiones finales.

La inversión en educación en el nivel universitario es cara, el retaceo de los fondos por la doble vía de la gratuidad de la enseñanza ( para todos: los que pueden y los que no pueden pagar ) sumado al bajo presupuesto otorgado por el Estado, han hecho de las universidades nacionales, tan prestigiadas a mediados del siglo anterior en toda América , sólo una fábrica de diplomas y un centro de ayuda social y política- ideológica para los partidarios del gobierno de turno.

La extrema politización de los claustros en los que los sectores estudiantiles consideran que pueden imponer condiciones, constituye un gran peligro para el futuro universitario, ya que los mismos no tienen una percepción clara ni una responsabilidad del sentido institucional de este nivel educativo.

Al fin del siglo XX cuando lo académico y lo científico, aplicado a las tecnologías de punta eran los paradigmas que marcaban la diferencia de un país a otro, las universidades de los países avanzados se constituyeron en sus principales impulsoras.

En este escenario, la Argentina y la universidad pública instaurada durante el gobierno del Dr Alfonsín y continuada y agravada durante las siguientes gestiones gubernativas, ha quedado relegada, presa de la ideología y de los intereses políticos, postergando las necesidades de desarrollo de la Nación y facilitando la “emigración de cerebros”. Esta situación, hasta hoy, en la práctica, no ha variado.

FIN DEL BOLETÍN Nro 97.-

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Su exposición no busca polemizar ni agraviar , sino lograr la concordia a través de la verdad y la equidad en el tratamiento de los dramáticos sucesos vividos en la década del 70 que vienen siendo parcializados y distorsionados mediante una campaña de mentiras y desinformación interesada.