domingo, 4 de enero de 2009

B066- Logística del ERP

Boletín de fecha 08 de agosto de 2006

Generalidades.

En el año 1977 fue secuestrado un documento sin fecha donde el Partido Comunista de Cuba impartía una directiva logística al ERP identificada por la sigla MDAME , que quería decir “Motorización – Dinero – Armas – Municiones – Explosivos”
En ella se establecía que el objetivo primario de la guerrilla era “la destrucción de las fuerzas enemigas y la obtención de armamento y equipos”… y agregaba que … “el accionar ofensivo irá gestando, centralizando y creciendo la base tan deseada, la cual permitirá la instalación y desarrollo del apoyo logístico”.- Así, el robo pasó a ser el primer paso de la logística del ERP.

Luego, al correr el tiempo, las principales necesidades logísticas fueron satisfechas en los niveles inferiores de la organización terrorista mediante el uso de la iniciativa y las capacidades de trabajo, técnicas e intelectuales de los hombres y mujeres que integraban sus filas.

“Servicio de Construcciones”

El ERP no contó con depósitos importantes o de gran tamaño. El requisito exigido a los escondites (embutes y berretines) era garantizar su guarda en un lugar seguro y mantener el buen estado de las armas, municiones, medicamentos, ropas de combate y documentación. Como en otros ámbitos de la logística se apoyaron en colaboradores no encuadrados y en el ingenio popular para diseñarlos, construirlos o descubrirlos en la naturaleza.-

Las por ellos llamadas cárceles del pueblo eran construcciones, en general realizadas bajo el nivel del piso, con dimensiones que no superaban los 2,50 por 1,50 metros, lo que hacía que el prisionero rápidamente padeciera los efectos del encierro. En todos los casos se mimetizaban en viviendas que albergaban matrimonios jóvenes con hijos de corta edad o con establecimientos comerciales de actividad legal.

Como ejemplos podemos citar, entre otros :

El lugar donde permaneció secuestrado el teniente coronel Argentino del Valle Larrabure durante doce meses, debajo de una mercería atendida por una mujer con dos hijos de corta edad, en la ciudad de Rosario.
El pequeño calabozo con un camastro donde permaneció secuestrado y fue ejecutado, ante la irrupción de las FFAA, el vicecomodoro Roberto M. Etchegoyen . El mismo estaba construido en una casa de familia que alojaba un matrimonio con tres hijos en la localidad de San Andrés, donde se halló totalmente mimetizada una imprenta construida bajo nivel, que contaba con un muy hábilmente disimulado montacargas que servia de ingreso / egreso del personal y el traslado de materiales. Detrás, estaba el calabozo en el que padeció el militar durante 2 meses y medio.
El caso del teniente coronel Jorge R. Ibarzábal quien después de diez meses de permanecer secuestrado en condiciones infrahumanas en un pequeño lugar, fue transportado hacia otra “cárcel del pueblo” dentro de un armario metálico acondicionado como calabozo sobre una camioneta. Durante el traslado y en inmediaciones de la localidad de Francisco Solano fue interceptado y perseguido por una comisión policial ante lo cual el terrorista Sergio G. Licowsky asesinó al teniente coronel disparando al armario y luego se entregó sin resistencia.

Armamentos y explosivos

La actividad principal desarrollada en este rubro fue el mantenimiento y reparación del armamento robado a las FFAA Y FFSS y se realizó a nivel de las unidades del ERP que lo tenían como dotación.
La fabricación de mecanismos o dispositivos explosivos se llevó a cabo con la participación de armeros, torneros, matriceros, químicos y electrónicos reclutados en el trabajos de captación de colaboradores y militantes. Asimismo se insistió mucho en la impartición del conocimientos de química y fabricación de caños ( bombas caseras) a todos los cuadros del ERP.

Un proyecto de gran envergadura fue el intento de fabricación de una pistola ametralladora bautizada como “JCR-1”, encarada por la conducción del ERP, cuyo desarrollo fue abortado por acción de las FFAA. . No se conoció realmente la etapa alcanzada, ni el número de armas terminadas, aunque se secuestraron algunos prototipos artesanales.

Transporte y automotores.

Otra de las características de la preparación técnica que se exigía a todos los guerrilleros fue el ser un buen motorista, por entenderse que la vida de todos los militantes y el éxito del combate exigían el rápido desplazamiento, tanto para concurrir como para retirarse del lugar de acción, sin despertar sospechas.
El mantenimiento, reparación y cambio de fisonomía de los vehículos robados ( según su jerga “expropiados”) normalmente se realizó por intermedio de colaboradores, militantes y combatientes en talleres que mantenían una fachada legal.
Se diseñaron escondites de armamento y personal para su transporte en forma encubierta empleando camiones cisterna modificados ( dentro del tanque , en la parte de la tapa, existía un pequeño depósito de combustible estanco y el resto se acondicionaba para personal o armamento).

Abastecimiento de vestuario y equipo.

El preconcepto de la obtención de un rápido y generalizado apoyo de la población llevó a la conducción del ERP a prever que la indumentaria,. se confeccionaran en pequeños talleres de costureras colaboradoras para, posteriormente, desarrollar los planes de producción acorde con las mayores necesidades. El calzado, correaje y alimentos eran comprados en los comercios de la zona. Con respecto al armamento y munición, como ya se explicó, eran robados y provistos individualmente para las
operaciones , según necesidades.

Sanidad

Se dispuso un particular empeño en el reclutamiento de médicos y enfermeros para procurar la recuperación de enfermos y heridos. Las internaciones y recuperaciones se realizaron en establecimientos sanitarios – públicos o privados- o en domicilios de simpatizantes, utilizando militantes y colaboradores.

Documentación

El esfuerzo fue dirigido a obtener documentos de identidad , pasaportes, libretas de casamiento, carnets de conducir, etc, sin uso ( “vírgenes”) y sellos de las distintas reparticiones oficiales mediante sustracciones de empleados infiltrados en el lugar , por hurtos o robos a mano armada.

Los responsables hicieron cursos de especialización en Cuba y luego fueron adaptándolos a nuestras particularidades. Los cubanos eran los que en general proveían pasaportes y documentos de países de la Europa comunista para sus viajes en el exterior, entrando y saliendo de los países sin ser identificados.

En el caso particular de la falsificación redocumentación, tanto el PRT-ERP como Montoneros alcanzaron un notable nivel de perfección. Esto fue así por la necesidad de brindar un alto grado de seguridad, tanto a las personas como a la organización a la que pertenecían. Al encubrir la real identidad de un terrorista se impedía relacionarlo con su medio familiar, laboral, comercial y de amistades, hecho que bloqueaba las posibilidades de investigar o detener a otras personas implicadas.

Como ejemplo de lo expuesto se han registrado casos de terroristas detenidos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional cuya identidad era falsa y aún más, alguno se acogió a la opción de salir del país sin que llegaran nunca a conocer su identidad verdadera.

Tales casos y otras evidencias, dan pie a suponer que muchas de las personas denunciadas como desaparecidas pudieran corresponder a identidades falsas. De otro modo , no puede explicarse la causa por la cual sólo una cantidad apreciablemente menor de derechohabientes (familiares con cualquier grado de consanguinidad) de desaparecidos se ha presentado a cobrar la indemnización de casi 250.000 dólares que establecía la Ley 24.411.( ¿Cómo es posible que en el Anexo 1 del “Nunca más” las denuncias allí registradas no aportaran, en gran número de casos, el Nro de documento del familiar desaparecido? ¿Eran todos indocumentados? ).

Otras consideraciones generales.

Debemos señalar que la preocupación de las fuerzas legales para desbaratar la logística de las organizaciones subversivas fue permanente y se basaba en necesidad de afectar al máximo las capacidades operativas de las mismas.

La detección de depósitos y bases logísticas exigió un trabajo minucioso y constante. Su neutralización o destrucción implicó casi siempre operaciones militares de emboscadas o golpes de mano ( tácticas contrainsurgentes ) a resultas de las cuales se produjeron enfrentamientos armados con muertos y heridos para los terroristas y las fuerzas armadas intervinientes, los que normalmente no produjeron “efectos colaterales” en la población civil. ( al contrario de la lucha antiterrorista actual en Medio Oriente en donde se utilizan armas sofisticadas sin peligro para las fuerzas que las usan, pero con gran cantidad de “daños colaterales”).

Cabe destacar que como resultado de las operaciones citadas , las fuerzas legales obtenían elementos que fueron un importante factor en la elaboración de inteligencia ( descubrimiento de archivos y documentos en general) para detectar e identificar a miembros de la organización, casas operativas, lugares de citas y reuniones, responsables de atentados y también proyectos políticos y militares de las organizaciones.

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Su exposición no busca polemizar ni agraviar , sino lograr la concordia a través de la verdad y la equidad en el tratamiento de los dramáticos sucesos vividos en la década del 70 que vienen siendo parcializados y distorsionados mediante una campaña de mentiras y desinformación interesada.